A medida que me voy recuperando de mi esguince del dedo gordo del pie me apetece más un poco de deporte y aventura. Aún no puedo escalar, pero puedo andar bien.
En el Calafate es visita obligada ir al glaciar Perito Moreno (Purito Moreno según Eilis). Por aquí hicimos un trekking que va por encima del glaciar.
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Perito Moreno |
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El Chaltén |
Al día siguiente Eilis se piró a Torres del Paine (Torres del Pene para ella), en un viaje de ida y vuelta en colectivo (bus). Es un sitio espectacular pero a mí me pareció un lugar para quedarse varios días y hacer allí muchas cosas, así que preferí dejarlo pendiente para otro viaje y quedarme en el hostel preparando el siguiente destino, el Chaltén, y haciéndome pajas mentales de todo lo que podría hacer allí: trekking, escalada, ascensiones, montañismo... Es un sitio flipante, paraíso de escaladores y senderistas.
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Boulder en el Chaltén |
Al final en el Chaltén estuvimos 5 días caminando y haciendo de todo un poco. Aún no podía escalar a tope pero sí un poco de boulder. Allí hay una zona de boulder muy maja, así como para escalada deportiva, en el mismo pueblo, las paredes que lo rodean se escalan.
Conseguí hacerme una ascensión a un pico, al cerro Vespigniani. Muy chulo, ya tenía ganas. Aunque normalmente se hace con esquíes, yo lo hice con raquetas y crampones, intenté hacerlo con esquíes, pero el compi que iba conmigo no esquiaba, y además es complicado alquilar unos. Bueno, sobre el tema del alquiler, es bastante complicado también que te alquilen cuerda o arnés para escalar, así que allá donde voy intento hacer amigos escaladores y salir con ellos. Volviendo al pico, estuvo espectacular. El día acompañó, y casi hacemos cumbre los primeros, pero unos esquiadores nos quitaron la gloria a escasos metros de la cima (malditos esquiadores!).
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Cerro Vespigniani |
Como anécdota, uno de mis compañeros -éramos 3-, el inglés, llegado un momento ya muy arriba y yendo encordados, pidió que paráramos para ir al baño, así se lo traduje yo al otro que no tenía ni papa de inglés, y claro, éste le dijo pues aquí mismo ponte, a escasos metros de nosotros. Y va el menda lerenda y se pone ahí a plantar un pino mientras nosotros nos dábamos la vuelta flipando un poco de la situación. Vamos a ver, que "go to the toilet" no significa irte de baretas, copón! sé más claro, que te vamos a entender a la primera y buscamos un sitio donde tengas más intimidad. En fin, para estas cosas es mejor ser muy claro amiguitos... El caso es que este tipo inglés, de casi dos metros de estatura, dejó su huella en la montaña posiblemente forever and ever, y creo que al final estaba orgulloso y todo. Que por cierto, este amigo se había quedado prendado del Chaltén, se había hecho días atrás una expedición de diez días por el campo de hielo patagónico que hay allí, un mar de hielo rodeado de montañas en la Patagonia, las fotos son increíbles. Qué envidia!
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En lo más alto, el Fitz Roy |
Hacer senderismo en el Chaltén es casi obligatorio, hay muchas rutas y muy bien marcadas. Puedes hacer noche en campings por allí señalados si te alquilas una carpa (tienda de campaña) y poder llegar a los sitios más recónditos donde los lugares son cada vez más impresionantes según te vas alejando.
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Bicis en Bariclohe |
En Bariloche alquilamos unas bicis y nos fuimos a recorrer la zona. El primer día, más tranqui, fuimos a una cascada en un lago con unos amigos, pero el segundo día nos metimos buena caña en una ruta de más de 60 kms. que pasaba por el circuito chico. Zona de lagos y bares con cerveza de propia fabricación (altamente graduadas dicho sea de paso).
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Circuito chico en Bariloche |
Bueno, todo esto está muy bien, pero lo más enriquecedor de un viaje de este tipo es la gente que conoces por el camino. En realidad, conocer gente en estos viajes es bastante sencillo, en el mismo hostel donde te hospedas hablas con mucha gente, gente viajera como tú, gente que está de vacaciones por unas semanas o gente que lleva un año dando vueltas por el mundo, gente que viaja sóla (es bastante común, por cierto), gente mayor pero sobre todo gente jóven, claro, gente abierta a contarte su ruta y vivencias. Como dicen por aquí, muy buena onda en general. En el Chaltén, aparte de viajeros también conocí a muchos de los guías de montaña que allí trabajan. Que dicho sea de paso, pedazo de montañeros. Muchos de ellos trabajan también en la Aconcagua, y otros han subido el Fitz Roy (una de las montañas más duras debido al clima), y allí estaba yo de cañas con ellos. Y ya de paso haciendo contactos por si vuelvo a hacer cosas más serias por allí, o por si pasan por España que den un toque.