En Ushuaia estuvimos primeramente en el parque nacional, todo el dia por ahí danzando por el lugar que es muy bonitorrr. Al día siguiente tomamos (que no cogimos) un barco hacia una islita llena de leones marinos y aves de la zona, y después a la isla H, en donde te enseñan una zona de nidificación de aves, cormoranes concretamente. Muy chulo.
Isla de los lobos y las aves
Llegando al puerto de Ushuaia
El tercer día fuimos ya por nuestra cuenta al glaciar martial (acompañados por un perro que también he de decir, olía a lo que los que tenéis perro podéis haceros una idea).
La nieve estaba muy bien, y se podía subir fácil.
Al final fue una pasada porque pude subirlo hasta hacer cumbre y ver una panorámica cojonuda con todas las montañas rodeándome. Además estuvo muy divertido porque pude bajar la montaña haciendo culo-ski y no tardé más que unos 10 minutos. Aquí me di cuenta de que en mi viaje tenía que hacer mucha montaña y no tanto turisteo.
Fin del mundo
Bueno, algunas curiosidades o cosas típicas de Argentina son, por ejemplo, el dulce de leche, los alfajores -bombas calorícas en forma de galleta grandota con azúcar para todo el día-, las empanadas que son empanadillas de carne, pollo, jamón y queso o vegetal; aquí podrías alimentarte a base de empanadillas que además son baratas, y como no, el asado argentino. Por supuesto cuando hablas con un argentino lo primero para romper el hielo es hablar de fútbol. Después de esto ya tienes la suficiente confianza para hablarle o preguntarle sobre lo que quieras: familia, lugares, asados, fiestas, infidelidades, delitos cometidos... El tema del fútbol es muy abierto, puedes hablarle de la liga argentina, española, inglesa, italiana, alemana, francesa, brasileña o de cualquier remoto lugar del planeta que lo ven todoooooo. Por supuesto, mézclalo con un poquito de Messi y Diego y tendrás la conversación perfecta.
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