Creo que si tuviera que vivir en algún país de los que estoy visitando sería Chile. Santiago es muy acogedora, ciudad de oportunidades y prosperidad. Mucha actividad cultural, plazas con encanto, barrios variopintos, vida nocturna..., es fácil sentirte a gusto aquí, aunque también hay que decir que con todo lo que tiene una gran ciudad: coches, contaminación y mucha gente. Además, tiene bastantes similitudes a Madrid -claro que hay que decir, y que siempre digo yo, es que Madrid es la mejor ciudad para vivir. Buenos Aires también está muy bien, pero el tráfico es un auténtico caos y supera los límites de contaminación que puedo aguantar, que no es poco-. Vamos, Santiago es perfecto para vivir, insisto, si te gusta vivir en una gran ciudad.
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Perra en celo perseguida por perros, pidiendo ayuda |
Por contra, hay un aspecto de Chile que te sorprende sobremanera, y que quiero comentar un poco: La cantidad de perros callejeros que hay. Ves perros por todas partes, en la ciudad, en el campo, en las carreteras, pueblos,...Desde luego, no sólo es un problema con el que la gente está acostumbrada a vivir, sino que no parece que vaya a cambiar. En Argentina también pasa, pero en menor medida. En Bolivia y Perú por supuesto que también, pero tienen problemas muchos más graves y prioritarios antes de ocuparse de esto, además de otra filosofía para con la Pachamama, en estos países te llega a parecer una situación normal. El caso es que Chile tiene medios para solventar esto. Y de hecho, ya lo intentó en el pasado, donde se creó una asociación protectora de animales. Esta gente acabó siendo la asociación maltratadora de animales porque acabaron matando a los perros mientras por cada uno recibían un dinero de ayuda como subvención del estado. Así que, una vez que se supo que, en realidad, lo que estaban haciendo era recoger a los perros de la calle para llevarlos al matadero se les cerró el chiringuito y ahí quedó el tema. Ahora lo que sigue pasando es que ves perros allá donde vayas. Además, la gente que quiere perros en su casa los compra de raza, nadie quiere chuchos, y menos de la calle. Con lo cual, es un problema que sólo tiende a crecer. Los perros en la calle se reproducen y dan lugar a más problemas. A parte de que la vida que llevan es tan dura que les hace ser increíblemente mansos, algunos asustadizos, pero la mayoría sólo quieren un poco de cariño y algo de comer, claro. Que por cierto, es curioso que por la noche es cuando los perros están más despiertos, buscando comida entre las basuras mientras por el día duermen, una buena carretera con asfalto caliente puede ser un buen lugar.
Otra cosa que me llamó la atención de los perros callejeros es que saben cruzar las calles. Se posicionan en la acera, miran hacia el lado de donde vienen los coches, esperan a que pase el coche o los coches y luego cruzan ellos. ¡Acojonante! En realidad, parece que existe una perfecta comunicación entre conductores y perros. Algunos de los perros viven en las cunetas! Aunque me parezca increíble no haber visto atropellos, no significa que no ocurran.
Conocí a un chico que iba a emprender otro intento de salvar a los perros de la calle montando una asociación. Iba a empezar en Santiago, recibiendo dinero y ayuda de la municipalidad. Y es que no se puede ser del primer mundo con esta situación. Un país que parece que lo es, que por supuesto tiene otros muchos y más importantes problemas, puede solucionar esto. Además, el perro se lo merece todo! El mejor amigo del hombre no puede estar viviendo así, necesitan el cariño del humano a diferencia de otros animales. (amantes de los gatos, el perro es mejor compañía y lo sabéis ;-) y los gatos no necesitan la compañía del humano y se adaptan mejor al medio).
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Metro de Santiago |

Por lo demás, muy buena gente en Chile, gente abierta, muy buena onda. Aunque, como ya he dicho otras veces, muchas veces te juntas con viajeros como tú, al final estás inevitablemente en guirilandia. Y hablando inglés, no queda otra. La fauna que más abunda: australianos, alemanes, ingleses y franceses. Brasileiros menos exóticos debido a su cercanía.
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Santiago de Chile |
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Bodegas Concha y Toro en Santiago |
En Chile, visitado: Puerto Montt (marisco muy rico y barato), Pucón (tierra de volcanes y actividades deportivas), Santiago, Valparaíso (ciudad bohemia llena de murales y grafitis), La Serena, Pisco Elqui (en el valle de Elqui, desierto donde no existen las nubes y se pueden ver las estrellas con el cielo más despejado -recordad: hemisferio sur, es otro cielo diferente al del norte-) y San Pedro de Atacama (infinidad de paisajes en el desierto más árido del planeta, a 2440m de altitud).
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Cumbre del volcán Villarica (Pucón), respirando cantidades ingentes de azufre. |
En general, una sociedad muy arraigada a la religión, concretamente a la de la Iglesia católica. Cosa que no entiendo después del paso de los españoles siglos atrás. En La Serena, creo que hay un récord de iglesias por habitantes o por metros cuadrados. El caso es que cuando los españoles encontraban resistencia en los pueblos, les construían iglesias y les evangelizaban a saco paco a ver si dejaban de dar guerra -nunca mejor dicho-. También les construían las iglesias a semejanza de las que había en España, pero con otros materiales, lo que es de mérito arquitectónico (minipunto para los españoles, si es que se les puede dar alguno).
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Valparaíso |
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Salar de Atacama |
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Valle de Elqui |
Como anécdotas... siempre conoces muy buena gente, pero a veces te toca alguno raro, una experiencia no tan gratificante. A nosotros nos pasó en Pucón, en el hostel donde nos hospedábamos, un norteamericano se cruzó en nuestro camino, literalmente. Empezó siendo amable hablando con Eilis (no hablaba español), en conversaciones algo dilatadas en el tiempo, y acabó siendo el pesado que no te quitas de encima ni para ir a mear. Bueno, en realidad yo no lo sufrí tanto como Eilis, por una vez me alegré de no controlar el idioma. Pero largas conversaciones, a veces monólogos, te esperaban en su compañía. Al levantarte de la cama por las mañanas y abrir la puerta de tu habitación, allí estaba él. Antes de salir del hostel, allí estaba él. ¿qué vais a hacer hoy? -preguntaba él-. No lo sé -decíamos nosotros-. Pues me uno a vuestro plan -daba igual lo que dijeras-. No tenías escapatoria.
Mike se hacía llamar, Eilis ya tiene nombre para este tipo de individuos. Al que se le parezca a Mike, es decir, un poco pesado, será Mike II o Mike III, y asín sucesivamente...
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sandboarding en Atacama |
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Desierto de Atacama |
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Eilis en un tercer piso de litera |
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