País rico en minerales, en paisajes impresionantes, lugares inhóspitos y deshabitados, de altiplanos, de selva, de grandes y caóticas ciudades. Costumbres lejanas en el tiempo, la vida en Bolivia no habrá cambiado mucho en los últimos doscientos años. Lugares que no te dejan indiferente. Seguramente ciertas panorámicas no se asemejan a nada parecido que en tu vida hayas visitado. Pobre en lo que viene siendo la plata, la guita, la pasta. Con pocos euros aquí puedes vivir mucho tiempo.
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Hacia el mercadillo de Tarabuco |
Bolivia tiene la ciudad más alta del mundo a 4100m (Potosí), y muchas de las ciudades rondan esa altura. Las condiciones de vida aquí son muy duras, a tanta altitud lo que más abunda es el frío, y no hay calefacción en las casas, por lo que el invierno debe ser durísimo. Así que duras condiciones climatológicas y falta de medios en muchos apartados. La gente, por cierto, muy humilde, sencilla y muy buen corazón, eso sí, no es la población más abierta del mundo precisamente. Es difícil salir de tu rol de gringo, si quieres conocer a alguien de verdad tendrás que currártelo.
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Aduana boliviana, frontera con Chile |
Entramos en Bolivia por su frontera con Chile desde San Pedro de Atacama. Se oyen siempre historias de los viajeros sobre Bolivia, de que Bolivia no tiene nada que ver con lo que has vivido o viajado hasta el momento, de que todo es diferente, de que cada cosa que haces es una aventura. Historias que te cuenta la gente. Así que entramos al país entre flipados y acojonados por lo que nos pudiera pasar. Al ver la aduana ya te das cuenta de que aquí todo es diferente.

Los primeros días en Bolivia, un recorrido en 4x4 por las montañas y el desierto del altiplano suroeste boliviano hasta llegar al tercer día al salar de Uyuni. De nuestra compañía eran 3 coches.
Nuestro conductor era un tipo serio, profesional, puntual y responsable. Vamos, nada que ver con los otros dos conductores. Al segundo día, había que salir a las 8am. Nosotros salimos a la hora y nuestro conductor fue a buscar a los otros dos. Estaban en otra casa, borrachos.
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Termas a 4800m |
De hecho, ahí seguían bebiendo después de toda la noche. Uno de ellos estaba muy borracho. Aún así pretendía conducir. Y así fue. Empezó conduciendo un rato hasta que los que iban en su coche se negaron a que siguieran conduciendo, impresionados además de que el tipo siguiera bebiendo. Total, que no le dejaron conducir más y dos de ellos tuvieron que ponerse al volante hasta el siguiente destino mientras el conductor y guía dormía en el asiento del copiloto. Hicieron un vídeo con uno de ellos conduciendo por el desierto del altiplano y el boliviano durmiendo la mona al lado, no tiene desperdicio. Llegaron sanos y salvos al destino, y días más tarde denunciaron la situación a la compañía, obviamente. Una aventura.
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El lago colorado |
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El árbol de piedra |

Otra aventura la puedes tener cuando quieras. Sólo tienes que coger un bus. Nunca sabes muy bien lo que va a pasar, ni cuándo vas a llegar, ni cuánto frío vas a pasar. Así que mejor ve preparado para todo que nunca se sabe. Los caminos muchas veces no están asfaltados, y mirar por la ventana a veces da un miedo de flipar porque sólo ves un precipicio de quizá 500 metros mientras subes una montaña y vas botando con las piedras que hay en el terreno. No apto para gente con vértigo.
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Isla Incahuasi en Salar de Uyuni |
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Making-off en salar de Uyuni |
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Sucre |
Después de unos días en Sucre, donde los edificios se parecen a los de algunas ciudades españolas, Toledo decían por ahí, llegamos a La Paz, inmensa ciudad donde nunca ves el final. Es enorme, desde lo alto de sus colinas sólo ves casas y más casas. Bueno, las zonas altas son las más desfavorecidas.
Me dijo una amiga boliviana que los españoles no éramos muy bienvenidos (aunque yo la verdad es que no tuve mal avenido en ningún momento), no sólo por el pasado sino porque tienen un presente muy complicado y aún se seguían aprovechando de la situación. Decía que los bolivianos tienen muy difícil su entrada a la unión europea, incluída España, más aún que sus vecinos peruanos o cualquier otro.
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Death road |
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Museo de la coca |
Algo bastante típico cuando estás en la Paz es hacer el descenso del Death Road en bici. Desde 4700 metros de altitud empiezas a bajar hasta llegar a la selva a 1000 metros. Con el 96% del recorrido de bajada, pasas por la mítica carretera de la muerte donde muchísimos coches, camiones y autobuses se han despeñado por sus enormes acantilados.
Me aventuré en probar la altitud aún un poco más. En probarlo a lo grande. El Huayna Potosí, un pico a 6088m. Una aventurilla de tres días en las montañas de la cordillera Real. Se puede hacer en dos, pero con tres tienes un día más para aclimatar.
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Huayna Potosí al fondo(6088m),desde el campo base(4700m) |
El primer día duermes en el base camp a 4700 metros mientras practicas un poco de escalada en hielo. El segundo día duermes a 5150 metros en un refugio y ese mismo día, te levantas a las 12 de la noche para empezar a andar a la 1 para hacer cumbre. Bueno, hay que decir que en Bolivia estamos en época de lluvias y nos hizo un tiempo de mierda los tres días, aunque por las mañanas se abre un poco el cielo. El caso es que te pones a andar a la noche, y hasta los 5500 metros vas a un ritmo muy lento.
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Amaneciendo a unos 5600m |
A esa altura ya tengo un dolor majo de cabeza, pero nada de cansancio físico. Me tomo una segunda aspirina, a unas dos horas y media de la primera. Y mientras, a tope con hojas de coca. La coca es un estimulante que te hace sentir menos la altura, que te hace sentir menos el esfuerzo y te espabila. Encordados mi compañero australiano, el boliviano y yo seguimos a la cumbre. A 5700m después de escalar un par de paredes en lo que tendría que ser hielo pero era nieve, de baja dificultad, hacemos otra parada. El boliviano dice que estamos a mitad de camino, y yo no lo podía creer. Más bien, no quería. El cansancio se nota en cada paso. A 5800m me preocupo un poco. Mi cabeza está algo dispersa, no puedo concentrarme bien. Y además, hablando con el australiano, me dice que es mejor el paracetamol que la aspirina porque no tiene riesgo de edema cerebral. Total, que me da un pelín de paranoia porque yo me había tomado dos aspirinas en poco tiempo. Totalmente sugestionado, veo que no debo llegar a la cima, si sigo subiendo lo mismo me pasa algo en la cabeza. Te empiezan a venir a la cabeza historias de películas, libros, anécdotas de montaña, edema cerebral, pienso que si sigo voy a empezar a alucinar y a divagar.
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Decido seguir subiendo, qué cojones, que no es para tanto, Patxi. Además, después de un descanso todo parece más bonito. Hasta que te pones a andar otra vez. Joder, cómo cuesta! Estás más cansado que en toda tu vida, estás hecho un viejo de 90 años! Pero eso sí, no me pasaba nada en la cabeza fuera de lo normal. Llegamos a los 6000 con más pena que gloria. Hacíamos todo tipo de ruidos por nuestras bocas, gemidos y lamentos, el australiano no paraba de hiperventilarse, decía que eso en la altura era bueno, eso sí, parecía un perro en celo. A los 6000m hay un descanso, y luego, la cresta de la montaña para llegar a la cima, a 6088m. Por aquí hay gente que no puede subir por el vértigo. No era difícil, pero hay que escalar un poquitín y clavar bien el piolet y los crampones en la nieve (que seguía sin ser hielo). A poco que subes ya ves todas las montañas de alrededor, en todo lo alto, se ve hasta el lago Titicaca que está a tomar por culo, pero ahí lo ves. Apenas te cuesta llegar a la cumbre cuando estás tan cerca.
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A 6088m |
Te abrazas a tu compañero y te alegras tanto que casi se te escapan las lágrimas (y sin casi, con todo lo que te ha costado!). En fin, una pasada la experiencia.